Un estudio comprueba que la mirtazapina puede ser una opción adecuada y segura para el tratamiento de casos relacionados con la ansiedad en pacientes caninos.
Los problemas de comportamiento en perros atendidos por especialistas a menudo implican trastornos de ansiedad crónica que han resultado en una mala adaptación del individuo a su entorno. Los estresores comunes incluyen la presencia de otros individuos (otros perros o personas), ruido y estar solo. El tratamiento de estos problemas de comportamiento generalmente incluye una combinación de modificación del comportamiento, modificación del entorno y terapias biológicas. Dentro de estas últimas, los fármacos ansiolíticos como la clomipramina o la fluoxetina han demostrado ser útiles.
En un estudio retrospectivo, un grupo de investigadores han analizado 32 casos que fueron tratados con el fármaco ansiolítico mirtazapina, que se usa ampliamente en medicina humana pero que no se ha informado previamente para el tratamiento de problemas de comportamiento en perros (aunque se comercializa como estimulante del apetito en gatos). Los casos incluyeron perros con una variedad de problemas de comportamiento relacionados con la ansiedad.
El 81 % de los perros que presentaron un problema de comportamiento mostraron mejoría y los efectos adversos sospechados fueron leves y tolerables. Estos resultados llevan a la conclusión de que la mirtazapina parece ser una opción adecuada y segura para el tratamiento de problemas de comportamiento relacionados con la ansiedad en perros.
No obstante, los investigadores señalan que se requieren más estudios para aislar este resultado de otras medidas terapéuticas y comparar su eficacia con otros fármacos.